¿Cómo afronta este reto de presidir la Sociedad Científica de la Salud Pública?
Con ilusión. No es habitual disponer de una federación multidisciplinar con tanto potencial. Las ventajas de confluir miradas es algo vital para la salud pública y tener la oportunidad de estar ahí es única.
Nunca se había hablado tanto de Salud Pública como estos tres últimos años, ¿cree que la ciudadanía se ha acercado a este ámbito de la sanidad, que entiende mejor lo que engloba y el significado de su trabajo?
Es probable que ahora seamos más conscientes de que hay cuestiones estructurales que afectan a la población general más que a nivel individual pero aún queda mucho recorrido. En todo caso, la visibilidad de la salud pública ha venido para quedarse dado el nivel de retos a los que nos enfrentamos.
Para quienes todavía no sepan qué es la Salud Pública, ¿cómo la definiría?
En primer lugar, hay que diferenciarla de la sanidad pública, que son las prestaciones sanitarias que recibe la población y que sería una parte importante de ella, pero no todo. La salud pública es un concepto más amplio y recogería las actuaciones que como sociedad realizamos para proteger la salud de la población, lo cual incluiría también las actuaciones privadas o internacionales. En la práctica, la función de los profesionales de la salud pública está orientada a la recogida de datos de salud y los factores que influyen en ella, su análisis, la recomendación de líneas estratégicas de actuación para protegerla y actuaciones a nivel poblacional. Esto puede ir desde las recomendaciones de a qué grupos hay que vacunar, por poner un ejemplo reciente, a la potabilización de las aguas o cómo deberíamos prepararnos para el cambio climático.
¿Por qué hay que invertir en ella?
Lamentablemente la inversión en Salud Pública es mínima, entre el uno y el dos por ciento, con respecto al gasto total en salud. Es como si para jugar al futbol gastáramos mucho en el campo y los jugadores, y muy poco en el entrenador. Los recursos siempre son limitados por lo que hay que tener claro qué debe priorizarse sobre un conjunto de opciones e incluso también lo que debe evitarse. Por ejemplo, ¿qué es mejor, construir un nuevo hospital o desarrollar un plan de prevención de la malnutrición? Para poder decidir hay que tener datos fiables y un buen equipo de análisis. Después, los políticos electos decidirán, pero deben disponer de buena información para hacerlo.
Hay un informe de SESPAS sobre la situación de la Atención Primaria, ¿cree que la Administración, los políticos se van a atrever a hacer un verdadero cambio en la gestión sanitaria?
Pues no va a quedar más remedio. Se puede hacer anticipándose a las emergencias o esperar a que no quede más remedio y hacerlo en peores condiciones. Pero la necesidad de optimizar y sostener la Atención Primaria es ineludible.
La crisis sanitaria de la covid-19 nos ha puesto en frente de las debilidades de la sanidad, si hubiera otra crisis similar, ¿estamos más preparados? ¿tenemos un plan?
Tenemos planes parciales, pero todavía no disponemos de las herramientas necesarias. La más importante es la Agencia de Salud Pública.
SESPAS ha estado tras el impulso a la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública, ¿en qué momento está este proyecto? ¿qué supondría su puesta en marcha?
Lamentablemente, la parálisis política ha dificultado avanzar en este sentido. El próximo gobierno debería priorizar su puesta en marcha. El objetivo es lograr una agencia independiente y fiable que permita coordinar en red los diferentes recursos de Salud Pública. Preparar planes de actuación ante emergencias es algo que debe realizarse antes de que se den, no durante. Es la mejor forma de hacer frente a los retos que se avecinan.
¿Qué reclama para los y las profesionales de la Salud Pública?
El papel de los profesionales de Salud Pública suele ser invisible, pero de una importancia vital. Nos enfrentamos a un envejecimiento de la plantilla y una carencia de nuevas incorporaciones. Además de más recursos, es preciso visibilizar este papel y atraer a jóvenes con talento. Esto se logra con formación y reconocimiento. Y a los profesionales les pido lo que hacen habitualmente, gestionar el día a día y, entre tanto, prepararnos para cualquier emergencia.