Llevamos semanas oyendo hablar del virus del Ébola, protagonista de la actualidad desde esta primavera. Su rápida propagación en cuatro países de África, Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria, ha convertido este brote de Ébola en el más grave de la historia. Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salus (OMS), hasta el 30 de julio, el número total de personas infectadas era de 1.440 de las que han fallecido 826.
Pero, qué es el Ébola, por qué surge ahora con tanta fuerza, cómo se transmite, cuáles son los síntomas, tratamientos y medidas de prevención qué se pueden aplicar. A todo ello intentan dar respuesta los diferentes organismos internacionales que trabajan en vigilancia, prevención y control de las enfermedades. En El Blog de Zoe recogemos algunas respuestas y enlaces de interés para saber más sobre la fiebre hemorrágica por Ébola.
¿Qué tipo de enfermedad es?
Es una enfermedad vírica aguda grave que se transmite al ser humano por animales salvajes y se propaga entre la población por transmisión de persona a persona. Los brotes se producen principalmente en aldeas remotas de África central y occidental, si bien el actual brote se está desarrollando en zonas más pobladas. Se cree que los huéspedes naturales del virus son los murciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae. Y aunque los primates no humanos han sido fuente de infección para las personas, se cree que éstos son huéspedes accidentales como los seres humanos.
¿Dónde está el origen?
El virus se detectó por primera vez en 1976 en Sudán y República Democrática del Congo. La aldea en la que se produjo el segundo de ellos está cerca del río Ébola, que da nombre al virus.
¿Cómo se transmite?
Se introduce entre los humanos por contacto directo con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados. En África hay casos documentados de esta infección asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, monos, murciélagos frugívoros, antílopes y puercoespines infectados.
Se propaga entre la población mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo, a través de las membranas, mucosas o de soluciones de continuidad de la piel o por contacto indirecto con materiales contaminados. No se contagia por la comida, el agua o por vía aerea.
¿Cuáles son los síntomas?
Se caracteriza por la aparición de fiebre, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, acompañado de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. Los pacientes son contagiosos mientras el virus esté en la sangre y las secreciones. El periodo de incubación oscila entre 2 y 21 días. Las infecciones por el virus del Ébola solo se pueden diagnosticar con distintas pruebas de laboratorio. Los enfermos suelen estar deshidratados y necesitar rehidratación por vía intravenosa u oral.
¿Cuál es el tratamiento?
No hay una vacuna contra el virus del Ébola y tampoco un tratamiento específico, por lo que se limita a terapias de apoyo como el equilibrio de líquidos y electrolitos del paciente, el mantenimiento de su estado de oxígeno y de la presión arterial y el tratamiento de cualquier complicación que surja derivada de la infección.
¿Qué medidas de prevención pueden adoptarse?
Las medidas de prevención primaria están basadas, sobre todo, en utilización de materiales de protección y los mensajes los mensajes educativos de salud pública para reducir los riesgos deben centrarse en varios factores:
- Reducir el riesgo de transmisión de animales salvajes al ser humano a consecuencia del contacto con murciélagos de la fruta o monos o simios infectados y del consumo de su carne cruda. Deben utilizarse guantes y otras prendas protectoras apropiadas para manipular animales. Sus productos (sangre y carne) deben estar bien cocidos antes de consumirlos.
- Reducir el riesgo de transmisión de persona a persona en la comunidad a consecuencia del contacto directo o estrecho con pacientes infectados, especialmente con sus líquidos corporales. Hay que evitar el contacto físico estrecho con pacientes y utilizar guantes y equipo de protección personal adecuado para atender a los enfermos en el hogar. Es necesario lavarse las manos con regularidad tras visitar a enfermos en el hospital, así como después de cuidar a enfermos en el hogar.
- Las comunidades afectadas deben informar a la población acerca de la naturaleza de la enfermedad y de las medidas de contención de los brotes, en especial la inhumación de las personas fallecidas. Los enfermos que mueren por esta causa deben ser sepultados rápidamente y en condiciones de seguridad.
Es importante que los profesionales sanitarios adopten en los centros las precauciones habituales como higiene básica de las manos, higiene respiratoria, el uso de equipos de protección personal y prácticas de inyección e inhumación seguras, así como el aislamiento de los pacientes con Ébola para evitar el contacto con las personas sin protección.
¿Hay riesgo de propagación a otros países?
El riesgo de la propagación en los países de la Unión Europea se considera muy bajo, sobre todo, si los viajeros que regresan y los profesionales sanitarios están debidamente informados y son conscientes del riesgo, según la información difundida por el Centro Europeo para la Prevención y Control de la Enfermedad (ECDC).
Enlaces de interés:
Lo más destacado sobre el virus del Ébola: CDC,
Fact Sheet (pdf)