Más recursos tanto técnicos como humanos para la Salud Pública y la Epidemiología, más y mejor coordinación entre administraciones, mejor comunicación científica y disponer de empresas que puedan fabricar productos sanitarios para no depender así de terceros. Estos son, de acuerdo con la Sociedad Española de Epidemiología, algunos de los temas "clave" en materia de salud que las formaciones políticas deberían poner encima de la mesa en esta campaña electoral.

La sociedad científica recuerda que es importante que los partidos políticos y la ciudadanía en su conjunto reflexionen adecuadamente sobre estas cuestiones porque tienen repercusiones tanto en la salud individual como en la de toda la población. Por ello, han señalado los asuntos más relevantes que deberían ser contemplados por las administraciones autonómicas y municipales, de acuerdo con sus competencias.

En primer lugar, desde la Sociedad Española de Epidemiología hacen un llamamiento para que se tomen las medidas adecuadas que permitan estar preparados ante las crisis sanitarias, sin dejar de lado la promoción de la salud de los ciudadanos en el día a día. "En los últimos tres años, y ya va para el cuarto, hemos padecido, como sociedad, la más grave crisis de origen sanitario en varias décadas. Esta crisis se ha encarado con unos recursos insuficientes en el campo de la epidemiología y la salud pública, y con unas herramientas que han demostrado la necesidad de una renovación profunda", explican desde la SEE.

Por ello, reivindican que los recursos humanos y técnicos dedicados a la Epidemiología sean apropiados en número y calidad, estén adecuadamente formados, y cuenten con la remuneración y las condiciones de trabajo apropiadas, algo que está dentro de las competencias de las comunidades autónomas.

En segundo lugar, apelan a la coordinación y colaboración entre las distintas comunidades autónomas y con el nivel estatal para la puesta en marcha y el buen funcionamiento de la Agencia Estatal de Salud Pública que contempla el desarrollo de la Ley General de Salud Pública de 2011. Y es que, aunque se trata de una iniciativa de carácter nacional, una vez creada va a requerir del trabajo y la implicación de las administraciones autonómicas. "A día de hoy esta coordinación existe de manera informal, pero necesitamos que este trabajo se plasme en el plano institucional a todos los niveles de la administración. Es una tarea conjunta que requerirá de tiempo y recursos y será necesario que todas las instituciones colaboren entre ellas de forma plena, sincera y sin prejuicios", apunta la sociedad científica. 

La reorientación de la vigilancia de la Salud Pública en nuestro país está pendiente también de la aprobación y publicación del Real Decreto de creación de la nueva Red de Vigilancia en Salud Pública en España. Esta es una competencia estatal, pero cada una de las comunidades autónomas tienen mucho que decir en cómo se conformará dicha Red en el futuro próximo. En este sentido, la SEE señala que la Red debe ampliar sus miras más allá de las enfermedades transmisibles y las crónicas, vigilando también los determinantes sociales de salud, el cambio climático, la salud planetaria y los riesgos para la salud de la ciudadanía, sean del origen que sean.

Además, dicha Red debería incluir nuevas fuentes de información y formas coordinadas de trabajar tanto en vigilancia en salud pública como en mortalidad y en los determinantes sociales de la salud, con unos registros adecuados y actualizados. Para que se desarrolle e implante de manera equitativa en España, es fundamental contar con el apoyo de las comunidades autónomas. 

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