La vacunación de la población infantil frente al coronavirus SARS-CoV-2 sólo se podrá llevar a cabo una vez analizados los resultados de los ensayos clínicos de las vacunas con niños. La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria de Atención Primaria (SEPEAP) explica que no se dispone de información en embarazadas y niños, "si bien se acordó con las autoridades reguladoras, la realización de estudios específicos en estas poblaciones una vez se dispusiese de datos de seguridad y eficacia en la población adulta". En estos momentos, se están poniendo en marcha los estudios de mujeres embarazadas y adolescentes, y los pediátricos, previsiblemente, se inicien en la primavera de este año, señala la sociedad científica.
Hasta el momento, no se han realizado ensayos clínicos de las vacunas frente al coronavirus en población pediátrica y, tal y como apuntan desde SEPEAP, los pacientes pediátricos sanos no presentan complicaciones graves por COVID-19 con tanta frecuencia como los adultos, por lo que la población infantil no es un grupo prioritario de vacunación.
Desde SEPEAP recuerdan que las vacunas son un componente central de los programas de salud pública en todo el mundo. Son, junto al tratamiento de las aguas de consumo y el uso generalizado y racional de los antibióticos, la intervención sanitaria que más enfermedad y muertes ha evitado.
"La clave para la
eficiencia de estas vacunas radicará en la
aportación de la información adecuada de la población. Sin ser obligatorias y sin ninguna medida coactiva, nuestro país tiene tasas de cobertura vacunal entre las más altas a nivel mundial" afirma Venancio Martínez Suárez, Coordinador del Grupo de Investigación de la
SEPEAP y pediatra en Gijón.
Obtener productos seguros y eficaces, comunicar los resultados de forma que puedan ser analizados, impulsar campañas de información veraces que lleguen a la población, serán siempre formas más rentables de lograr buenas coberturas vacunales que las medidas coercitivas y la obligatoriedad.
Vacunas en menos de un año
El año 2020, el primero de la pandemia COVID-19, ha puesto en marcha un esfuerzo sin precedentes en la búsqueda de una vacuna frente al SARS-CoV-2. Se ha iniciado el desarrollo de más de 250 candidatos vacunales, de los cuales tres ya han sido aprobadas por las agencias reguladoras europeas (BioNTech / Pfizer, Moderna y AstraZeneca).
Algunas vacunas han optado por un enfoque clásico como las vacunas de virus vivos atenuados, virus inactivados o de subunidades virales. En otros casos, se han empleado estrategias más novedosas, como las vacunas de ARNm y el uso de vectores virales. Entre las vacunas más destacadas están las de Moderna y Pfizer, ambas de ARNm; las vacunas de Astra Zeneca y del instituto de investigación de Gamaleya de vectores virales; la vacuna de Sinovac, de virus inactivados, y la de Novavax de subunidades. Todas estas vacunas utilizan como antígeno la proteína espicular (Spike [S]) del coronavirus.
La revista Pediatría Integral ha publicado recientemente un número especial sobre vacunas en el que además de la vacuna sobre la COVID-19 se detallan las peculiaridades de las enfermedades inmunoprevenibles más frecuentes y los distintos calendarios y protocolos de vacunación para la infancia.
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Fotografía: Kelly Sikkema (Unsplash)