Ante la creciente alarma social en torno al fenómeno del acoso escolar o bullying, la Sociedad Española de la Obesidad (SEEDO), la Gasol Foundation y la Asociación Bariátrica Hispalis (ABHispalis) han hecho público hoy un comunicado en el que destacan que unen fuerzas y se comprometen a intensificar su trabajo, de forma conjunta, para promover la creación de entornos saludables, de respeto a todos los cuerpos, etnias y géneros, que contribuyan a reducir el estigma de la obesidad.
Para ello, han establecido las líneas de actuación que guiarán el trabajo de las tres organizaciones:
- Educación en salud
- Diversidad y tolerancia
- Comunicación en salud
- Protección de los entornos
- Compromiso contra el acoso escolar
- Denunciar la violencia por imagen corporal
En este contexto, las tres entidades expresan su apoyo a la infancia y a las familias que sufren rechazo o son objeto de burla por cualquier característica física que, por supuesto, no define su personalidad.
Además, muestran su
rechazo absoluto a las conductas de acoso y daño a la autoestima corporal, que afecta a la salud física y mental de niños y niñas y adolescentes, y que también se extienden a la edad adulta. Igualmente, ponen de manifiesto la importancia de preservar la intimidad de las víctimas y evitar su sobreexposición en medios públicos y redes sociales para no contribuir a su revictimización. “Somos conscientes del trabajo que tenemos que hacer desde nuestra sociedad para educar en salud y explicar correctamente, y a todos los niveles, las
dificultades que conlleva esta enfermedad que es la obesidad”, señalaron desde la Junta Directiva de
SEEDO.
El
acoso escolar se define como “las acciones negativas que se producen de forma repetida en el tiempo cuando un alumno (o grupo de alumnos), de manera intencionada y muchas veces premeditada, causa un daño, hiere o hace sentir incómodo a otro alumno”, explicó Federico Luis Moya, secretario de
ABHispalis. Atendiendo a los datos recogidos en diversas publicaciones científicas, estas conductas afectan más a adolescentes con sobrepeso y obesidad, teniendo más probabilidades de ser víctimas de acoso escolar por este motivo en comparación con sus compañeros.
“Entre las entidades que nos dedicamos a la
promoción de la salud infantil, debemos tener una mirada sensible hacia el estigma alrededor del peso y ofrecer recursos a todo el entorno de los niños y niñas para prevenir que estas situaciones se sigan repitiendo en nuestra sociedad”, comentó Cristina Ribes, directora ejecutiva de la
Gasol Foundation en Europa.
Varios estudios han mostrado que la victimización por acoso, particularmente la victimización basada en el peso, se asocia con una probabilidad del 40% al 50% de sentirse triste, deprimido y peor consigo mismo. Además, podría generar barreras en el desarrollo de relaciones con los compañeros y puede aumentar el aislamiento social. Esto podría afectar a la capacidad para desarrollar relaciones con su entorno escolar y a la participación social durante un período clave en el desarrollo. Asimismo, la discriminación y estigmatización por la imagen corporal se asocia a una menor eficacia de las distintas iniciativas dirigidas a promover un estilo de vida saludable.
Fotografía: Taylor Flowe, unsplash