¿Cuántas vueltas al mundo recorrerías si tus piernas no te dejasen descansar cada noche durante los últimos 15 años? ¿Cuántas películas de cine quedarían sin ver por no ser capaz de permanecer sentado en reposo? ¿Cuántos lugares sin visitar por no ser capaz de enfrentarse a las horas de viaje sentado en el coche, el tren o el avión? ¿Cuántos trabajos descartados? En España, entre un 3% y un 10% de la población vive con Síndrome de Piernas Inquietas (SPI), una enfermedad que se caracteriza por la aparición de sensaciones molestas como hormigueo, picor, tensión interior, nerviosismo o dolor en las extremidades inferiores, especialmente en los momentos de reposo, lo que provoca la necesidad urgente de moverlas para aliviar las crisis y, que, en algunos casos, solo permite dormir una media de tres horas diarias.
Pese a su alta prevalencia, el SPI permanece sin diagnosticar aproximadamente el 90% de los pacientes. Por esta razón, UCB Iberia presenta ‘Destapando el SPI’, una campaña de concienciación online dirigida a toda la población con el objetivo de llamar la atención sobre los síntomas del Síndrome de Piernas Inquietas, ya que los especialistas advierten de que el tiempo medio que transcurre entre la aparición de los primeros síntomas y el diagnóstico es de entre 10 y 15 años.
La campaña ‘Destapando el SPI’ se estructura a través de internet, con la web www.destapandospi.com, en twitter @destapandospi y en facebook Destapando-SPI. Gracias a estos tres canales, ‘Destapando el SPI ofrece información completa y contrastada sobre la enfermedad, puesto que cuenta con el aval de la Sociedad Española de Neurología y de la Fundación del Cerebro.
A través de un breve cuestionario, todos los visitantes de la web pueden visualizar, gracias a un sistema de infografías, en qué se materializa la pérdida de sus horas de sueño, así como las diferentes actividades que han tenido que dejar de hacer, como ir al cine, leer o viajar a causa de los síntomas. Con ejemplos como el número de etapas del Camino de Santiago que se podrían haber completado con los kilómetros que un paciente recorre por la noche, la cantidad de películas que ha dejado de ver por no poder estar sentado en el cine o el número de vueltas a la tierra que se podrían dar, el paciente recibe mensajes amables que le ayudan a tomar la decisión de acudir al especialista para consultar sus dudas.
“Los pacientes deben saber que el momento para acudir al especialista es en el que sienten que tanto su descanso nocturno como su funcionamiento diurno se ven alterados por la presencia de síntomas propios del Síndrome de Piernas Inquietas. Es un criterio totalmente subjetivo, pero sin duda refleja el grado de afectación de su calidad de vida y la clave para poner solución”, advierte el Dr. Diego García Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño, al tiempo que reconoce que “las opciones terapéuticas disponibles en la actualidad producen una mejoría significativa en más del 80% de los pacientes, por lo que es fundamental acelerar el diagnóstico para atajar cuanto antes los síntomas”.
Sobre el Síndrome de Piernas Inquietas
El Síndrome de Piernas Inquietas puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad, si bien suele ser más frecuente en mujeres y personas mayores. Aunque se muestra de forma distinta a cada persona, se caracteriza por la aparición de sensaciones molestas como hormigueo, picor, tensión interior, inquietud, nerviosismo o dolor en las extremidades inferiores, especialmente en las pantorrillas, lo que provoca la necesidad urgente de moverlas para aliviar momentáneamente las crisis.
Sus síntomas suelen aparecer a última hora de la tarde o durante la noche, pero también pueden presentarse en cualquier momento de reposo o inactividad a lo largo del día, desencadenando mucha inquietud e importantes dificultades a la hora de permanecer sentado para descansar o desarrollar un trabajo. Afecta a la vida social y laboral del paciente, limitando muchas veces las actividades que requieren estar quieto mucho tiempo, como una cena formal, reuniones, viajes prolongados en avión, el cine o el teatro, entre otras. A día de hoy, no hay curación, pero cuando la frecuencia o gravedad lo requieren, existen tratamientos farmacológicos que, en la mayor parte de los casos, producen una mejoría importante o una desaparición de los síntomas.
Comentarios
Deja un comentario
Newsletter
Entradas recientes
Enlaces de Interés
Webs Amigas
Hemeroteca
Entradas recientes
Enlaces de Interés
Webs Amigas
Utilizamos cookies propias y de terceros para realizar un análisis de las visitas con fines publicitarios. Puede obtener más información, pulsando en Más información o bien conocer cómo cambiar la configuración, pulsando en Configurar Cookies.