Hay que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera para que las altas temperaturas y la contaminación desciendan. Y hay que hacerlo ya. Esa es la principal conclusión a la que se ha llegado en la XL Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología, que comenzó el 30 de agosto en San Sebastián y que concluyó el viernes. Cuatro jornadas en las que el cambio climático y el medioambiente han sido los grandes protagonistas en un encuentro por el que han pasado alrededor de 800 especialistas en Epidemiología y en el que se han llevado a cabo más de un millar de comunicaciones.
Los expertos han advertido de que el progresivo aumento de las temperaturas y del nivel del mar, la contaminación, el ozono y los incendios son solo algunos de los fenómenos que están poniendo en riesgo la salud de la población.
Por este motivo, han instado a los gobiernos a reaccionar y a los ciudadanos a respaldar cada una de esas medidas. "No podemos posponer las medidas para reducir la emisión de gases a la atmósfera y reducir las temperaturas, la situación es urgente", advirtió Pere Godoy, presidente del Comité Científico de la Reunión de la SEE de este año. Y es que todas las previsiones que se habían hecho sobre el impacto de la temperatura en la contaminación atmosférica y en los fenómenos meteorológicos extremos se están confirmando. "Las olas de calor, las sequías, las inundaciones… tienen una repercusión muy negativa en enfermedades no transmisibles como el cáncer o la cardiopatía coronaria. Y también entrañan el riesgo de que reemerjan enfermedades transmitidas por mosquitos o aparezcan nuevos agentes", remarcó.
Reestructuración y más financiación
A todos estos problemas, se suman los problemas de salud pública, que según Godoy van a persistir y renovarse y requerirán respuestas por parte de los servicios de vigilancia y salud pública. Para abordar ambas cuestiones, los expertos apuestan por poner en marcha políticas locales que ayuden a frenar los efectos del cambio climático y por reorganizar los servicios de vigilancia epidemiológica.
A nivel local, Godoy ha señalado algunas acciones en beneficio del planeta y la salud como fomentar el hábito de caminar o ir en bicicleta hasta el trabajo, promover espacios verdes y crear nuevos espacios azules. "Además de frenar la emisión de gases necesitamos políticas de mitigación", recordó en San Sebastián.
En cuanto a los servicios de vigilancia epidemiológica y salud pública, el presidente del Comité Científico insistió en que necesitan de una reestructuración profunda. "Los problemas en salud pública van a continuar. No podemos pensar que servicios que están infradotados e infrafinanciados pueden dar respuestas adecuadas a problemas que a todos nos interesa que se resuelvan de forma rápida y eficaz", recalcó.
De esta forma, se podrán hacer frente a desafíos tan recientes como el correcto estudio de contactos de viruela del mono para cortar la transmisión o a los retos de la covid-19 que todavía hay por delante. Para ello, solicitan más recursos y financiación. Asimismo, señaló la importancia de impulsar nuevas formas de vigilar la salud de las poblaciones como son los estudios de cohortes masivos, de los que ya hay experiencias en países como Francia, Alemania y Reino Unido.
Sin pensar más allá de las fronteras
Además de salud planetaria, en el congreso también hubo espacio para hablar sobre la estrategia de vacunas de la covid-19, concretamente, de la estrategia de compra de los países. La conferencia "Nacionalismos de la vacuna, de la voluntad local a la necesidad global" cerró la XL Reunión Anual de la SEE. La charla estuvo a cargo del periodista Rafael Vilasanjuan, director del Departamento de Análisis y Desarrollo Global del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
Vilasanjuan recordó que los países se han volcado en sus propias soluciones cuando lo que hacía falta era una solución global, "todo el mundo se ha preocupado más de controlar la situación dentro de su país, sin pensar más allá de sus fronteras. Los países más ricos han comprado vacunas de forma masiva, produciéndose grandes desigualdades con respecto a los países más pobres". Ante esta situación de acopio Vilasanjuan se mostró partidario de "crear una organización capaz de dar respuesta a las emergencias sanitarias a nivel mundial, que tenga recursos, capacidad de decisión y de actuación".
Joan Ferran Martínez, Socio de Honor
Este año, por primera vez en la historia de la Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología, se entregó el reconocimiento al Socio de Honor, que recayó en el epidemiólogo Joan Ferran Martínez. Ferran fue miembro de la primera Junta Directiva de la SEE (1979), nombrada tras la Junta provisional, ejerciendo el cargo de secretario (1979-1982). También fue presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (1998-2002).
A lo largo de su trayectoria profesional, ha ostentado el cargo de director del Centro Nacional de Epidemiología (1987-1992) del Instituto de Salud Carlos III y jefe del Área de Vigilancia de la Salud Pública (director del Programa de Epidemiología Aplicada de Campo, PEAC) (1992-2004) en el Centro Nacional de Epidemiología.