El sistema sanitario español necesita una transformación para su sostenibilidad. Mejorar la gestión y la organización, una mayor coordinación, adaptación al escenario actual y apostar por los programas de educación y promoción de la salud, además de hacer partícipes a los ciudadanos de su salud, son algunos de los conceptos que expusieron Rafael Bengoa y Francisco Ruiz en la conferencia sobre crisis económica y modelos de sanidad. Ambos participaron en el Ciclo Primera Plana de la Economía, organizado por la Cátedra Ernest Lluch de la Universidad de Zaragoza e Ibercaja Obra Social, el pasado jueves 25 de abril.
Rafael Bengoa es director de Política de Salud en la Deusto Business School y asesor internacional en reformas de sistemas de salud, actualmente asesora a las administraciones americana, griega y francesa. Es un firme defensor de la sanidad pública, pero no por ello deja de ver la necesidad de actuar en el sector público de salud, de hacer cosas diferentes, de transformar. Fue crítico con el hecho de que se haya trasladado la crisis económica al sector social “cuando en realidad debería protegerse” y recordó que el 65% de los ajustes se han hecho sobre la sanidad.
Desde su punto de vista, el sistema sanitario necesita transformarse para lograr la sostenibilidad, para ser más eficaces. Y para ello se deben afrontar retos clínicos, demográficos, epidemiológicos y retos para atender las expectativas ciudadanas, la fragmentación asistencial o la seguridad clínica y la calidad. En este sentido, Rafael Bengoa explicó que el problema es que la organización asistencial no está “ni pensada ni preparada para estos retos”. Ha cambiado la demografía y la epidemiología pero no el modelo.
En su opinión, en España se están haciendo ajustes y actuaciones a corto plazo con demasiada frecuencia “y esto puede ser negativo para el sistema sanitario, se debilita si se sigue en esta línea”. Por eso, planteó trabajar en estrategias a medio-largo plazo, “transformar más allá de la contención del gasto”.
Aludió al exceso de politización de la sanidad. Para Bengoa, “la solución no pasa por más ladrillo sino por gestionar mejor”. Una labor para la que se necesita la implicación de los directivos, quienes deben hacer un proceso de transformación apoyado por los políticos, pero también reclamó la participación real de los profesionales, “esto da mejores indicadores en resultados del sistema nacional de salud” y lamentó que se tomen decisiones en contra de los profesionales.
Otra parte de su conferencia estuvo centrada en el paciente. “Necesitamos un modelo que acompañe a los pacientes crónicos”, dijo Bengoa e introdujo el concepto de “estratificación de la población” para gestionar mejor los recursos, saber qué ciudadanos tienen las enfermedades más graves, los que tienen enfermedades crónicas. En España no se ha educado a los ciudadanos en la gestión de su enfermedad y “está demostrado que un paciente activado es entre un 8 y un 21% más barato”, señaló. Su participación en la gestión de la enfermedad, los autocuidados, ser más corresponsables con la enfermedad lleva a obtener mejores resultados de salud.
Que en España hay un buen sistema sanitario, pero que actualmente tiene carencias de integración, desconexión y que falta una orientación paciente-familia, es algo en lo que también coincidió, en la misma mesa redonda, Francisco Juan, actualmente director general de Salud de DKV Seguros y conocedor de la sanidad pública ya que ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad en el Servicio Andaluz de Salud.
Su conferencia no fue contraponer la sanidad privada a la pública, más bien se mostró molesto con la “demagogia en torno a la gestión pública y la privada, sin establecer con cifras la validez de los modelos” y subrayó la dificultad para medir la eficiencia.
Francisco Juan recordó que el gasto sanitario público se ha duplicado en 10 años y que no se están tomando medidas sino solo recortes. “Hay un debate político y de bajo nivel, no se puede hacer un discurso de sanidad pública versus privada sino estudiar alternativas y modelos de gestión, ver los resultados y no estar en debates estériles”, añadió.
En cuanto a los programas de promoción de la salud, se mostró convencido del papel que tiene la educación para la salud en la sociedad actual, en la que se asiste a un “cambio en el patrón de paciente y en la que hay una cronicidad”. Los determinantes de salud como la alimentación y los estilos de vida del ciudadano son fundamentales, influyen directamente en su salud, de ahí que sea necesaria una intervención en educación para la salud antes de que sean enfermos, explicó Francisco Juan, quien insistió en “invertir más en cuidados y estilos de vida saludable”.
Gracias a Pedro Etura, de A Photo Agency, por cederme una de las fotografías que hizo durante la conferencia.
Comentarios
<p>muy oportuno la responsabilidad de la.salud.no.admite.excusas. ¡¡¡salud!!! </p>
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