La Escuela de Salud Pública de Menorca inicia esta semana su 28º edición. Un “punto de encuentro y una gran cita para la salud pública”, tal y como señala su director, Esteve Fernández, que se abrirá oficialmente mañana martes en el Lazareto de Mahón.
El ámbito de la salud pública “ha evolucionado favorablemente, pero los recursos para muchas actividades son limitados”, recuerda Fernández, al tiempo que remarca que es un área que cuenta con “buenos profesionales, que trabajan vocacionalmente en diferentes niveles de la administración y las instituciones, desde centros de investigación, dispositivos del sistema de salud, universidades…, pero en demasiados casos sin el reconocimiento necesario”. Para el director de la Escuela de Salud Pública de Menorca, “la ciudadanía percibe la salud pública como un bien común y muy precioso, pero en el que todavía podemos avanzar”.
Más calidad de vida y mejor salud
Sobre la necesidad de trabajar de otra manera para que los ciudadanos tengan más calidad de vida y mejor salud y como implicar o convencer a los responsables políticos para que den ese paso, Esteve Fernández afirma que el incremento de la calidad de vida y la salud “es una cuestión de salud pública y de salud en todas las políticas, no sólo de políticas consideradas tradicionalmente ‘de salud’. Los decisores deben entender eso y aplicarlo en sus ámbitos”. Las actuaciones en educación, en urbanismo, medio ambiente, hacienda… Todas ellas tienen repercusión sobre la salud de las personas, “y aún más, la mayoría de los problemas de salud se deberían abordar desde esa perspectiva, desde diferentes departamentos y de forma inclusiva. Por fortuna, algunos de nuestros políticos lo están favoreciendo en ámbitos territoriales determinados”, explica Fernández.
La Escuela de Salud Pública de Menorca no ha sido ajena a esta evolución. Hace 25 años las necesidades formativas y el marco de discusión eran unos y, sin duda alguna, ahora son otros. Este punto de encuentro y de trabajo se ha ido adaptando a las necesidades de la salud pública. “Una gran virtud de la Escuela es que la propuesta formativa se origina entre los propios profesionales e instituciones de la salud pública, por lo que esa adaptación es una virtud que debemos preservar”, añade.
Más de 700 profesionales y 10 días de trabajo
Por delante quedan 10 días en torno a cursos, encuentros, jornadas y talleres que van a reunir a más de 700 profesionales en un clima de trabajo distendido y al mismo tiempo profundo. “Esa es la atmosfera que, año tras año, creamos y así conseguimos que los participantes sientan que han aprovechado su visita al Lazareto, que vuelvan a sus lugares de origen convencidos de no haber desperdiciado su tiempo ni recursos, que tengan ganas de volver al año siguiente, que recomienden la Escuela a sus colegas… y todo eso sintiéndose un poquito más felices”, afirma Esteve Fernández, director de la Escuela de Salud Pública de Menorca.