Entre el 30 y el 50% de las personas supervivientes de un ictus tienen disfagia, la dificultad para transformar, manejar y tragar los alimentos de forma segura y eficaz, y al menos un tercio, entre el 33 y el 55%, sufre secuelas comunicativas como la afasia, el trastorno del lenguaje adquirido que provoca dificultad para hablar o entender el lenguaje. Por ello, el tratamiento logopédico adecuado resulta crucial para mejorar las complicaciones que enfrentan los pacientes.
Con el objetivo de hacer visibles las dificultades de la deglución y comunicación que pueden presentar las personas que han sufrido un ictus, así como concienciar a la población sobre la necesidad de actuar rápido ante los síntomas del ictus y la importancia de su prevención, la Asociación Ictus de Aragón (AIDA), junto a los hospitales Clínico y Miguel Servet de Zaragoza y la Sociedad Aragonesa de Neurología (SARAN), organizan a lo largo de esta semana diversos actos con motivo del Día Mundial del Ictus, el 29 de octubre.
Bajo el lema, "La realidad del ictus: vivir y convivir con alteraciones de la deglución y comunicación", AIDA busca concienciar este año sobre las dificultades de deglución y lenguaje para mejorar la calidad de vida de los pacientes "el ictus no te parta la vida". Así lo han expuesto en una rueda de prensa, celebrada en el Hospital Miguel Servet, Miguel Lierta, presidente de la Asociación Ictus de Aragón; Marta Mañeru, logopeda de AIDA; Javier Marta, jefe de Neurología Vascular en el Hospital Miguel Servet; y Elena Muñoz Farjas, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Neurología.
Alteraciones de deglución y comunicación, secuelas "invisibles"
Los expertos han destacado la realidad del ictus y cómo es vivir y convivir con alteraciones de deglución y comunicación, secuelas que normalmente son "invisibles". La logopeda de AIDA Marta Mañeru ha destacado que como consecuencia del daño cerebral adquirido, la forma de comunicarse, de comprender y expresarse a través del lenguaje "puede verse afectada, por lo que la interacción con los demás se va a ver alterada, haciendo que la persona se vaya aislando porque no puede comunicarse".
La afasia, trastorno del lenguaje adquirido tras un daño cerebral, puede conllevar dificultades a nivel de comprensión y producción oral, de lectura y escritura. Además, estas personas experimentan anomia en mayor o menor grado, es decir, la dificultad para acceder y producir la palabra, algo que afecta a los distintos procesos cognitivos y dificulta la comunicación de manera leve o severa. "El trabajo del logopeda es esencial para que estas personas puedan recuperar al máximo sus habilidades comunicativas. Detrás de cada caso de afasia hay una persona con una vida previa que no debemos olvidar y nuestra labor va más allá de tratar un trastorno del lenguaje. Trabajamos con personas, no solo con síntomas", ha añadido Mañeru.
"Además de las secuelas físicas de los ictus, hay unas secuelas cognitivas o psicológicas que nos merman de una forma importante y nos pueden llevar a una pérdida de autonomía y una demencia", ha incidido el neurólogo Javier Marta. "De hecho, los problemas vasculares del cerebro y el alzhéimer son las dos causas fundamentales de demencia y se potencian una a la otra". "El 80% de los ictus se podría evitar con un buen control de los factores de riesgo, en especial de la hipertensión arterial y el tabaco", ha apuntado Marta, que insiste en la idea de que solo "tenemos un cerebro para toda la vida y hay que cuidarlo en todas las etapas". En este sentido, advierte de que, en las edades medias de la vida, entre 45 y 55 años, la incidencia del ictus está bajando menos que en edades más avanzadas, entre los 75 y los 85 años, especialmente en hombres.
En esta misma línea, Elena Muñoz, presidenta de SARAN, ha recalcado la importancia de reconocer precozmente los síntomas de alarma, la desviación facial, debilidad de un brazo, una pierna, o ambas, alteración del lenguaje y la pérdida de la vista en un ojo o ambos. Cuando aparecen, "lo mejor es activar un Código ictus a través del 061, pero si esto no es posible hay que acudir al médico de Atención Primaria, a Urgencias del hospital... pero sobre todo consultar", ha insistido la neuróloga. "Toda demora en la atención va en contra de una buena evolución, cuanto antes consultamos, antes se nos podrá tratar y más tejido cerebral podremos recuperar".
"En Aragón se dispone de una organización bien engranada, Código Ictus, y preparada para que, en cuanto la persona afectada consulte, independientemente de dónde lo haga, se active. De este modo, se acortan los tiempos de atención y se mantiene la equidad en el acceso para todos los aragoneses", ha subrayado Muñoz.
La primera causa de muerte en Aragón
El ictus es la primera causa de muerte en Aragón en mujeres y la tercera en hombres, y la segunda causa de demencia en la Comunidad. Cada año, se hospitalizan 2.000 ictus isquémicos y 500 ictus hemorrágicos. Esto se traduce en que cada día se producen en Aragón entre 8 y 10 casos de ictus, en dos de los casos fallecen y en tres sufren secuelas graves. Además, esta enfermedad representa un 3% del gasto sanitario.
Ante un episodio de tal impacto psicológico, contar con apoyo profesional es esencial. Por ello, desde AIDA proporcionan rehabilitación integral para evitar que los afectados caigan en algún tipo de exclusión social gracias a un equipo transdisciplinar. AIDA trabaja por la mejora de la calidad de vida de los pacientes a través de uno de los Centros de Neurorrehabilitación más completos de España, con profesionales de los ámbitos de la medicina rehabilitadora, el trabajo social, la fisioterapia, la terapia ocupacional, la logopedia, la psicología y la neuropsicología.
Jornada médico divulgativa
El próximo
jueves 31 de octubre, organizado por AIDA, tendrá lugar el
acto médico divulgativo del Día del Ictus 2024. Será a las
17:30 horas en el Patio de la Infanta Fundación Ibercaja, y en él se llevarán a cabo diversas charlas impartidas por distintos profesionales: el doctor Javier Marta, Jefe de neurología vascular del Hospital Miguel Servet, inaugurará el acto para hablar sobre el ictus hoy en día; Oscar Fabre, neurólogo del Hospital Clínico, hablará sobre los avances en la investigación del Ictus y su abordaje; Marta Mañeru, logopeda de AIDA, dará las claves para conocer la anomia; Jorge Bardina Torres, también logopeda de AIDA, hablará sobre la disfagia; Juana María Blanco, usuaria de AIDA, compartirá su experiencia personal con la rehabilitación; y Sara Rodríguez, lingüista, abordará las dificultades de acceso al léxico y estrategias compensatorias en pacientes afásicos. Elena Muñoz, presidenta de SARAN, será la encargada de clausurar el encuentro.
El acto concluirá con la entrega del galardón Cerebro de Oro a la doctora Ana Coarasa, médica rehabilitadora del Hospital San Juan de Dios de Zaragoza y al doctor Alfredo Blasco, médico rehabilitador del Hospital de la Defensa y de AIDA.