El proyecto de la Unión Europea MATUROLIFE trabaja en el desarrollo de nuevos materiales capaces de ofrecer tecnologías para personas mayores con el reto de poner el diseño creativo y artístico en el centro de la innovación y producir tres prototipos de tecnología asistiva que hagan la vida urbana para adultos mayores más fácil, más independiente, elegante y cómoda. MATUROLIFE es el acrónimo de Metallisation of Textiles to make Urban living for Older people more Independent Fashionable. Comenzó el 1 de enero de 2018 y tiene una duración de 3 años. El consorcio está formado por 20 socios, y coordinado por la Universidad de Coventry.
"Hay una necesidad de incluir estas tecnologías en el día a día de las personas mayores, sin que esto suponga el uso de aparatos extraños o dispositivos claramente adicionales a los que usan en su vida diaria", explica Sergio Mayo, ingeniero del Instituto Tecnológico de Aragón ITAINNOVA, uno de los socios del proyecto, financiado por la Unión Europea, en el programa H2020, centrado en "Materiales avanzados y diseño innovador para mejorar la funcionalidad y la estética en bienes de consumo de alto valor añadido".
ITAINNOVA ha acogido la reunión de seguimiento que se ha celebrado en Zaragoza. Su labor en Maturolife es la integración de los materiales generados en los pilotos, el aseguramiento de la funcionalidad, la seguridad de los pilotos y la creación de la plataforma de Big Data para obtener información de los mismos.
Los más de 40 participantes en la reunión consensuaron y compartieron los avances hechos en las fases de diseño de prototipos (mueble, calzado, ropa) y servicios asociados a los mismos. Una vez acordados los tipos de sensores que darán respuesta a esos servicios, se trata ahora de desarrollarlos en los nuevos materiales metalizados e integrarlos en los prototipos, para probar su viabilidad y capacidad de dar respuesta a las tecnologías asistivas diseñadas en el proyecto.
"En la actualidad, en las tecnologías asistivas no están integradas los elementos de uso diario de los mayores. Por ejemplo, los típicos brazaletes o sensores de ropa específicos se ven claramente que son adecuados para su funcionalidad, pero que no es un elemento habitual en la cotidianeidad del usuario. Se pretende que la ropa, zapatos, muebles de uso diario, a los que vamos a aplicar esos materiales y esa tecnología fruto de este proyecto, no se diferencien de los demás en cuanto a diseño, que sean igual de estéticamente apetecibles, además de incluir la sensórica para las tecnologías asistivas", afirma Sergio Mayo.
Además, pretenden, a través de los tres pilotos previstos: sillón, zapato y ropa, obtener información del usuario que ayude a dar soporte a la asistencia médica/sanitaria que requiere. Dentro de seis meses, en la siguiente reunión del consorcio, podrían mostrarse ya las primeras versiones en desarrollo de los prototipos.