El número de personas con depresión ha aumentado más del 18% entre 2005 y 2015, según un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentado con motivo del Día Mundial de la Salud, que este año está dedicado a esta enfermedad. En total, se calcula que el número de personas que padece depresión superaba los 300 millones en 2015. Más de 2,4 millones de personas sufren cada año en España este trastorno. Su prevalencia es mayor en mujeres que en hombres y las personas de más de 50 años tienen mayor riesgo de padecer depresión. La depresión está estrechamente asociada al suicidio. Más de un 15% de la personas con depresión han pensado en quitarse la vida alguna vez.
En todo el mundo, las personas con enfermedad mental tienen un acceso limitado al tratamiento y, en muchos países, ni siquiera el 10% recibe un tratamiento efectivo. En España, a pesar de que disponemos de un sistema sanitario gratuito que da cobertura universal al tratamiento de los trastornos mentales, menos de un tercio de las personas con depresión, recibe un tratamiento adecuado.
Pedir ayuda, para ser tratados
Analizando esta situación, el profesor Jose Luis Ayuso Mateos, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid y director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud para Investigación y Docencia en Servicios de Salud Mental, considera que los esfuerzos por corregir esta situación y mejorar la cobertura del tratamiento adecuado de la depresión en nuestro país pasa, sobre todo, porque el público en general esté mejor informado sobre la depresión, sus causas y sus posibles consecuencias, incluido el suicidio, y sobre la ayuda de que se dispone para la prevención y el tratamiento de la enfermedad. “Nuestros esfuerzos deben ir destinados a conseguir que las personas con depresión sin tratar pidan ayuda”.
La depresión es un trastorno mental común que afecta a personas de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países. Globalmente, el número de personas con depresión está aumentando, en especial en los países de bajos ingresos, debido al aumento de la población y a que más gente alcanza la edad en la que esta enfermedad aparece de forma mayoritaria.
Aunque la depresión puede darse y afecta a personas de todas las edades y todos los estilos de vida, el riesgo de padecerla aumenta con la pobreza, el desempleo y eventos vitales como la muerte de un ser querido o una ruptura sentimental, la enfermedad física y los problemas causados por el alcohol y las drogas.
Un equipo de la Universidad Autónoma de Madrid acaba de publicar un estudio que demuestra cómo la relación entre estilos de vida poco saludables y la depresión también se da en personas que viven en países emergentes como México, Ghana, Rusia e India. El estudio demostró que las personas que fumaban tanto a diario como ocasionalmente eran más propicias a padecer depresión. Asimismo, las personas con depresión, sedentarias y que bebían en exceso tenían más posibilidades de permanecer deprimidas con el tiempo.
7 de abril, Día Mundial de la Salud
Este año, el Día Mundial de la Salud se centra en la depresión con la puesta en marcha de la campaña "Hablemos de depresión", de un año de duración y que tiene por objetivo que cada vez más personas con depresión en todos los países del mundo busquen y consigan ayuda.
En primera persona, el
testimonio de James Chau, Embajador de Buena Voluntad de la ONU para los Objetivos del Desarrollo Sostenible y la Salud.