"Conocer los riesgos es conocer la respuesta" es el lema de este año del Día Mundial de la Diabetes, el 14 de noviembre. Una jornada en la que se pone el acento en los progresos tecnológicos y la introducción de nuevos fármacos, que abren oportunidades para las personas con diabetes, pero también en el problema de suministro de algunos fármacos, un desabastecimiento que supone una sobrecarga para los profesionales y tiene un impacto relevante en la salud de los pacientes.
Son algunas de las cuestiones sobre las que llaman la atención la Sociedad Española de Diabetes y su Fundación, así como la Federación Española de Diabetes. Entidades que recuerdan que cerca de seis millones de personas en España padecen esta enfermedad, aún infradiagnosticada en muchos casos. Se estima que en 2030 la diabetes afectará a una de cada nueve personas. La diabetes tipo 2 representa más del 90% de todos los casos. Puede desarrollarse de forma silenciosa, con síntomas que pasan desapercibidos.
Los avances tecnológicos y farmacológicos están posibilitando no sólo un control más precoz y eficaz de las distintas formas de diabetes (principalmente la diabetes tipo 1 y 2), con la aparición de nuevos tratamientos que, además, procuran beneficios importantes en la prevención y manejo de las complicaciones asociadas a esta enfermedad metabólica.
En los pacientes con diabetes tipo 1 (DM1), el gran avance son los sistemas automáticos de liberación de insulina de asa cerrada híbrida que, aunque el paciente todavía tiene que poner la insulina para cubrir la ingesta y adaptar su administración ante el ejercicio, ajustan de forma automática la insulina basal a las modificaciones de la glucosa y permiten también la liberación automática de dosis adicionales de insulina.
Entre los principales avances en el abordaje de las personas con diabetes tipo 2, destaca el desarrollo de la tecnología aplicada al tratamiento y al seguimiento de las personas con diabetes, y la disponibilidad de nuevos fármacos orales e inyectables para el tratamiento de la hiperglucemia y las comorbilidades asociadas a la diabetes.
El gran problema de la diabetes es que, a pesar de los importantes avances científicos, "su prevalencia sigue aumentando y, aunque hemos avanzado mucho para reducir el impacto que tiene la diabetes en la vida de las personas, aún no somos capaces de eliminar la elevada morbimortalidad asociada a la propia enfermedad y a sus complicaciones, mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes y reducir la elevada utilización de recursos sanitarios que supone", asume el Dr. Antonio Pérez Pérez, presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED).
Como principales factores implicados en esta aparente paradoja, el director de Unidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, señala que el incremento progresivo de la obesidad "a edades cada vez más precoces y las dificultades de acceso de algunas personas al diagnóstico, a programas de atención de calidad y a la innovación terapéutica son algunos de los obstáculos que impiden avanzar".
Qué sucede con la falta de fármacos
Y es que las noticias más preocupantes se derivan, sobre todo, del imparable
aumento de la prevalencia de diabetes y del mantenimiento de ciertos estigmas y obstáculos socioeconómicos para muchas de las personas que sufren esta enfermedad; además, preocupan las dificultades de acceso y abastecimiento de algunos fármacos innovadores para diabetes tipo 2. De hecho, el
desabastecimiento de los fármacos de la familia de los agonistas del receptor de GLP-1 no sólo ha sido un problema este año si no que, como vaticina el presidente de la SED, "este déficit de suministro se espera que se mantenga a lo largo de 2024".
Dentro de los medicamentos agonistas del receptor de GLP-1, se incluyen medicamentos autorizados para mejorar el control glucémico en pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y únicamente uno está indicado para el control de peso. "El aumento de la demanda de estos medicamentos derivada del incremento de su uso en las indicaciones aprobadas, pero también fuera de sus indicaciones para la reducción del peso en personas sin diabetes, y la falta de capacidad de las plantas de fabricación para hacer frente a este aumento de demanda, ha provocado problemas en su suministro desde finales de 2022 que están condicionando nuestro quehacer diario, al no poder iniciar o continuar el tratamiento en muchos pacientes con diabetes tipo 2", denuncia el presidente de la SED.
A su juicio, "este desabastecimiento supone una sobrecarga para los profesionales y tiene un impacto relevante en la salud de los pacientes"; por ello, y con el objetivo de evitar o paliar estos problemas, "se recomienda su utilización únicamente de acuerdo a las condiciones autorizadas, y sustituir el tratamiento por las cada vez menos opciones de medicamentos disponibles del mismo grupo terapéutico".
Desde la Federación Española de Diabetes (FEDE), que aglutina a un total de 18 federaciones autonómicas y 123 asociaciones locales de personas con diabetes, se traslada una cierta preocupación por este problema. En palabras de su presidente, Juan Francisco Perán, "habría que preguntar a los profesionales sanitarios por qué recetan ese medicamento para la obesidad, si solo está indicado para la diabetes". Y es que, según admite, "lógicamente, este desabastecimiento genera malestar entre el colectivo de personas a las que represento".
No obstante, matiza el presidente de la FEDE, "este desabastecimiento no ha supuesto un grave problema para el colectivo de personas con diabetes, pues hay alternativas terapéuticas que pueden sustituir la utilización de esos medicamentos".
Por qué un Día Mundial de la Diabetes
El Día Mundial de la Diabetes es una oportunidad para generar conciencia sobre el impacto de la diabetes en la salud y calidad de vida de las personas que sufren esta enfermedad, para centrar la atención en sus causas, prevención y tratamiento, así como para divulgar los avances en relación con la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la diabetes y sus complicaciones.
Trabajar desde la prevención, el diagnóstico precoz y los cuidados, evitaría muchas de las complicaciones derivadas de un mal control de la diabetes, se mejoraría la calidad de vida de los pacientes y se reduciría el gasto que genera esta enfermedad, que actualmente supone el 18.4% del gasto total del Sistema Nacional de Salud, según explican desde la FEDE.
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