Idai llegaba el 14 de marzo a Mozambique. Han pasado ya dos meses. Dicen que es el peor ciclón en las últimas dos décadas. Su paso ha dejado más de 140.000 personas desplazadas y unas 600 fallecidas, según los datos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Además del deterioro de las infraestructuras, viviendas y edificios públicos.
Hasta allí viajó Carmen Limiñana, una de las médicos que ha formado parte, como responsable del área de Urgencias, del primer Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta a Emergencias (START) de la Cooperación Española que llegó a Mozambique. Un país que ocupa el lugar 181 del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, donde el ciclón ha generado una situación de crisis humanitaria y ha dejado a sus habitantes desprovistos de los servicios más elementales.
El Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta a Emergencias (START) llegaba el 30 de marzo a Dondo, una población de 180.000 personas a 30 kilómetros de Beira, capital de la provincia de Sofala, una de las zonas más castigadas por el ciclón, donde han quedado destruidos la mayoría de los centros de salud que había. Un total de 71 profesionales para poner en marcha un hospital que diera respuesta a las necesidades de salud de la población, ya de por sí con muchos problemas.
Carmen Limiñana conoce bien estas situaciones. Tiene una amplia experiencia como coordinadora en proyectos de emergencias humanitarias desde 1994. Estuvo en el conflicto de Ruanda, en el tsunami de Indonesia, el terremoto de Pakistán y Haití, los huracanes en Guatemala, Haití o Filipinas, entre otros. Ha visto y ha vivido situaciones duras, ha conocido historias difíciles de olvidar. Este era su primer viaje a Mozambique, donde le sorprendió "la situación de pobreza, en un país que no está en conflicto, y que a pesar de lo que estaba sucediendo la gente se mostraba afable y con muchas ganas de colaborar".
Más de 2.200 asistencias sanitarias
Repasa sus primeros días allí, cuando llegaron y "solo hay una explanada sobre la que hay que levantar un hospital de campaña", con su capacidad quirúrgica y de atención hospitalaria. "Lo primero es establecer el triaje para ir clasificando a los pacientes y prestar la atención de urgencias, ir instalando de forma modular las diferentes áreas para iniciar lo antes posible la asistencia a la población", cuenta Carmen Limiñana.
Los equipos españoles hicieron 2.275 asistencias sanitarias. El seis por ciento estaban relacionadas de manera directa o indirecta con el ciclón Idai. Las principales patologías fueron pediátricas, obstétrico-ginecológicas y traumatológicas. Hubo 75 emergencias médicas o quirúrgicas y pasaron por quirófano 87 personas.
También hubo nacimientos, hasta un total de 36 bebés. El equipo médico español realizó 21 cesáreas y 15 partos.
Carmen Limiñana explica que es difícil dar respuesta a muchas de las situaciones que llegan, porque la patología de base "es muy grave, desde casos de malnutrición a personas con VIH, tuberculosis, cánceres en avanzado estado, anemias severas". También recuerda la atención a chicas muy jóvenes, niñas de 14 años embarazadas, que debían asumir su maternidad "y mucha gente que venía desde muy lejos porque sabía que allí había un hospital y veías a los familiares esperando fuera porque no podían volver a sus casas". En estos casos, es fundamental el apoyo del equipo psicosocial que ha forma parte del dispositivo de atención y asistencia que se desplegó en Dondo.
Conocidos como los "chalecos rojos"
El dispositivo START estaba integrado por un hospital de campaña con capacidad quirúrgica y de hospitalización, así como por 71 personas -35 mujeres y 36 hombres en su primer turno-, entre las que había personal sanitario del servicio de salud pública español, logistas – de la Unidad de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM), Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Madrid, del SUMMA 112, así como la asociación Zaporeak- un técnico farmacéutico de Farmamundi y sanitarias de Médicos del Mundo para apoyo psicosocial, además de personal de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Llegaron a Dondo (Mozambique) el 30 de marzo. Era la primera vez que España desplegaba el equipo START en una emergencia humanitaria, con el apoyo de la Oficina de Acción Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO), tras la acreditación del equipo por parte de la Organización Mundial de la Salud.
Carmen Limiñana destaca "cómo ha evolucionado la respuesta humanitaria, hay una gran diferencia entre lo que pudimos hacer en Indonesia con el tsunami y esta de Mozambique, con todo un hospital quirúrgico, donde no solo está la atención, también hay una parte que no se ve como es la zona de esterilización, laboratorio, farmacia, la depuración de aguas o la gestión de residuos, donde todos vamos bajo normas y procedimientos comunes determinados por unos estándares de calidad".
Todo el material que no se utilizó se dona al Hospital de Dondo y al Ministerio de Sanidad de Mozambique.
Largas jornadas de trabajo
Las jornadas de trabajo para dar respuesta a una crisis humanitaria son largas, "no queda mucho tiempo libre, aunque también hay que establecer momentos para descansar". En Mozambique, además, el calor, las altísimas temperaturas fueron una dificultad añadida. Dice, que a pesar de haber participado ya en numerosas misiones humanitarias, "sigues haciéndote preguntas y siempre tratas de buscar respuestas. De repente, valoras más lo que tienes y te das cuenta de muchas cosas, pero también piensas en el beneficio que has hecho allí y que has dado todo lo que has podido".
A la dureza de estas misiones, añade que recompensa "el trabajo tan gratificante, te sientes útil con lo que haces". Pero toca volver y hay que "reprogramarse para retomar rutinas, hacer frente a tu día a día". Cuenta que los días en Mozambique le hacían pensar en Ruanda, en el tiempo que estuvo allí tras el genocidio y reconoce que una parte de ella se queda en Mozambique, "me quedo con muchos recuerdos y sencillos momentos, como las risas de los niños, la gratitud de los pacientes, la curiosidad del personal mozambiqueño o la cordialidad entre el equipo".
Carmen Limiñana trabaja en el 061 de Aragón y ha sido coordinadora de la Unidad Médica de Bomberos Unidos sin Fronteras durante 4 años. Asesora de la videoteca de Medicina Humanitaria AECID-OMS, es miembro y asesora del Equipo Respuesta AECID START y voluntaria en Médicos del Mundo. Además, entre 2013 y 2015, fue jefa de la Red de Urgencias y SAMU del Servicio de Salud de Maule, en Chile y médico de Urgencias del SAMU de la Comunidad Valenciana durante 18 años.
Más información sobre la misión humanitaria. AECID
Fotografías Mozambique: Miguel Lizana. Ver más