La alfabetización audiovisual “está en baja forma”, en el mundo de la educación queda mucho por recorrer, por utilizar las herramientas que ofrecen las nuevas tecnologías. Son las palabras de Enrique Martínez-Salanova, director de la revista Aularia Digital y del portal web Cine y Educación.
El profesor Martínez-Salanova es también pedagogo, antropólogo y tecnólogo de la Educación. Convencido del mundo de posibilidades que ofrece lo audiovisual y de que es necesario alfabetizar para “vivir, transmitir y difundir”, algo que ahora se puede hacer más fácilmente, una tarea en la que se deberían implicar profesores y familias. Su entrega y su dedicación le ha llevado a recibir el premio Iniciativa Global Cine y Salud 2017, que ha recogido este fin de semana en Zaragoza.
En la alfabetización en salud, según explica, está muy implicado el personal sanitario, que recurre al mundo audiovisual, al cine, para difundir incluso en el ámbito de la investigación. Y es que aproximarse y unir cine y salud permite saber y ampliar conocimientos, aunque para que esto sea efectivo es necesario ir más allá de la película. No basta con ver, hay que pensar, debatir, traspasar la pantalla, analizar y opinar todo lo que hay tras una escena, tras un guión.
“El cine nos ha permitido ver hasta la historia de la Medicina”, comenta Enrique Martínez-Salanova. Solo hay que pensar un poco para darse cuenta de las veces que el cine nos ha permitido saber que existía una enfermedad y todo lo que conlleva para las personas que la tienen, “y pasa lo mismo con la discapacidad, el cine sirve para acercar estas situaciones al ciudadano”, añade.
El mundo audiovisual nos produce emociones, de ahí que tenga también un papel relevante en la salud emocional. El equilibrio “entre lo que somos y lo que vemos nos lo puede dar el cine”, cuenta el profesor Martínez Salanova, aunque “hay que entrar e ir más allá”.
Hablar de alfabetización en salud y de la importancia de que los ciudadanos sean activos en su estado de salud no puede hacernos olvidar que vivimos en una sociedad medicalizada, algo sobre los que muchos profesionales empiezan a llamar la atención. En este sentido, Martínez-Salanova habla de “equilibrio y sensatez” y recuerda una ocasión en la que le dijo a su médico “el jefe de mi equipo médico soy soy”. Es importante saber para decidir, siempre que ese conocimiento sirva para aplicarlo a la salud con serenidad.
El cine siempre ha sido portador de imágenes, de historias; si hablamos de educación hay que resaltar que
debe ser trabajado más allá del entretenimiento. Hoy, a nuestro alrededor hay miles de cortometrajes, de vídeos, de relatos contados mediante las herramientas audiovisuales que ofrece Internet y que pueden
“dar riqueza al aula”. Como la diversidad es riqueza y también se puede incorporar al trabajo con los alumnos, porque el cine
“nos ayuda a conocer otras culturas, otras realidades”, dice
Enrique Martínez-Salanova, quien convierte el cine en una herramienta más en la difícil y compleja tarea de la educación.
Fotografía: Carlos Gurpegui.