El cáncer de cuello de útero o cáncer de cérvix es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de 604.000 nuevos casos y 342.000 muertes en 2020. Una enfermedad que se ceba especialmente en los países con menos recursos, donde se produjeron el 90% de los nuevos casos y fallecimientos a nivel mundial en 2020.
En España, la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN) estima que este año se diagnosticarán cerca de 2.500 casos de este cáncer. No obstante, los expertos advierten de que esta estimación está condicionada por la irrupción de la pandemia, ya que disminuyó el número de diagnósticos de cáncer de cérvix en 2020. Ese año, el número real de cánceres diagnosticados fue menor al estimado por REDECAN para España y por la IARC-OMS a nivel mundial. Sin embargo, todavía no está claro cómo la pandemia habrá afectado al número de diagnósticos de cáncer de los años 2021 y 2022, dado que el retraso de invitación y la participación en el cribado puede condicionar que a medio plazo se diagnostiquen lesiones más avanzadas.
Con todo, desde 2001 se observa una ligera disminución de la incidencia, pero no está por debajo del objetivo marcado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerarlo eliminado (4 casos por cada 100.000 mujeres al año). Además, los expertos recuerdan que esta disminución de la incidencia se ha observado solamente en los carcinomas escamosos y no en los adenocarcinomas.
Difundir la llamada de la OMS para eliminar el cáncer de cuello uterino e identificar los principales retos que supone su eliminación, han sido algunos de los objetivos de la webinar "Hacia la eliminación del cáncer cervical en el mundo y en España" celebrada ayer por el Grupo de Trabajo de Cribado de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).
Durante la jornada online se dio a conocer la carga de enfermedad y las tendencias temporales en España, así como el efecto que la Covid-19 ha tenido sobre los programas de cribado y vacunación.
Prevención y detección precoz, fundamental
Los objetivos de la OMS para 2030 son que el 90% de las niñas estén vacunadas antes de los 15 años; que el 70% de las mujeres participen en el programa de cribado con una prueba de alto rendimiento al menos dos veces en el rango de edad de 35 a 45 años y que sean tratadas el 90% de las mujeres con lesiones precancerosas y cáncer invasor.
Ante esta situación, la prevención (vacunación y cribado) continúa siendo la mejor manera para luchar contra una enfermedad que produce cientos de miles de muertes prematuras, la gran mayoría en el África subsahariana y en Asia.
En este sentido, se considera que las vacunas contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) son la intervención más efectiva para controlar el cáncer de cuello uterino, pudiendo prevenir hasta el 90% de ellos. Asimismo, los programas de cribado, inicialmente, con citología y ahora en transición hacia el uso de las pruebas de detección de VPH, permiten identificar lesiones pre malignas y cánceres en fases iniciales que requieren tratamientos menos agresivos.
Para eliminar el cáncer de cuello uterino como problema de salud pública, es esencial mejorar el acceso a la prevención y al tratamiento en todo el mundo, particularmente en los países de ingresos bajos y medio-bajos.
Y es que, aunque el 60% de los estados miembros de la OMS han introducido vacunación contra el VPH en sus programas nacionales de inmunización, y el 68% de estos países tienen recomendaciones oficiales de cribado, existen importantes desigualdades geográficas en cuanto a su implantación y las coberturas alcanzadas aún están lejos de los objetivos de la campaña de eliminación en los programas de prevención y detección de unos territorios y otros. La capacidad limitada de producción o el movimiento antivacunas son algunos de los retos a los que se enfrenta la estrategia de vacunación. Una estrategia que, sin embargo, ha resistido mejor a la pandemia que la de cribado.
La Sociedad Española de Epidemiología advierte de que resulta complicado generar programas sostenibles en países de bajos recursos y señalan el sobreuso de pruebas por parte de los países ricos con el consiguiente sobrediagnóstico y sobretratamiento
Otras cuestiones sobre la estrategia de eliminación
A la hora de valorar la estrategia de eliminación del cáncer cervical, los expertos han ahondado en el coste-efectividad de las estrategias de vacunación y cribado, respondiendo a preguntas como si deben implementarse protocolos diferenciados según el estado vacunal o a qué edad debe iniciarse el cribado en las cohortes vacunadas.
Los estudios de simulación muestran que la eliminación del cáncer de cuello uterino es posible antes de finales de siglo, principalmente en los países de altos ingresos con coberturas altas de vacunación y cribado, además de un cribado con una prueba de alta precisión. Para ello, resulta fundamental optimizar las estrategias de erradicación y hacer que sean sostenibles en el tiempo. En líneas generales, la vacunación a niñas preadolescentes es muy coste-efectiva y las estrategias de cribado con VPH como prueba primaria son más efectivas y menos costosas que las estrategias con citología.
Sin embargo, el cribado óptimo no es generalizable a todos los países y puede depender de la incidencia del cáncer cervical, la prevalencia de VPH, la cobertura de vacunación, el tiempo que se lleva vacunando y a qué edades, entre otros factores.
En el webinar, organizado por la SEE, participaron Silvia de Sanjosé, del National Cancer Institute en USA e Investigadora asociada al Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal); Jaume Galceran, director del Registro de Cáncer de Tarragona y presidente de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN); Mireia Díaz, del Instituto Catalán de Oncología; y Beatriz Serrano, médico epidemiólogo e integrante del programa de investigación en Epidemiología del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología (ICO). Ha estado moderada por Isabel Portillo, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cribado de la Sociedad Española de Epidemiología y Médico Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
Más información:
OMS. Estrategia mundial para acelerar la eliminación del cáncer del cuello uterino como problema mundial de salud pública (2020-2030).
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Fotografía: WHO