Con la llegada del coronavirus SARS-CoV-2 empezamos a oír hablar de los aerosoles, pasamos de creer que se transmitía por gotas a tratar de entender que el contagio se producía por partículas infecciosas que se expulsan, sobre todo, al hablar, gritar o cantar. Partículas que flotan en el aire y que otras personas pueden inhalar. Diferentes profesionales de la ingeniería y de la arquitectura han ido mostrando en los últimos meses la importancia de ventilar en interiores para diluir esos aerosoles y de tomar medidas para proteger la salud de los más vulnerables, las personas enfermas y las de edad más avanzada. Conociendo el nivel de CO2 se puede saber el nivel de ventilación, pero para ello es necesario instalar medidores en espacios cerrados para monitorizar qué está pasando.
Ahora, un
grupo multidisciplinar de especialistas en IoT (sensores, comunicaciones, informática), arquitectura y climatización han iniciado una
petición en Change.org para reclamar que se mida el nivel de CO2 empezando por las residencias de personas mayores y hospitales. Reclaman el compromiso de las administraciones públicas y de centros privados de salud.
Según explican en su petición, en todos los locales públicos el nivel de CO2 debería estar visible en un monitor, "es mucho más importante para la salud que los valores de temperatura y humedad que ya son obligatorios. Se supone que esto llegará algún día, pero es urgente empezar" y, por eso, han iniciado esta recogida de firmas online.
No solo es importante ante otros posibles virus que puedan llegar sino también porque la salud está directamente relacionada con la calidad del aire que respiramos. "Ventilando diluimos todos los contaminantes en interiores como los compuestos orgánicos volátiles, formaldehído, virus, bacterias…", recuerda este grupo de profesionales en su escrito. Piden empezar por hospitales y residencias, para continuar después por la hostelería, colegios, comercios, locales de ocio y oficinas.
En este sentido, destacan que esto vendrá impuesto desde la Unión Europea y lamentan "lo despacio que vamos, hay que aprovechar lo que ha pasado con esta pandemia para empujar este asunto y prevenir futuras olas de contagio".
Se trata de una iniciativa que relaciona medio ambiente, cambio climático y salud. La climatización tiene un importante coste en recursos energéticos y esos recursos energéticos tienen un claro impacto ambiental. De la demanda de climatización, entre el 30 y el 70% (depende del uso del edificio) se debe a ventilación (mecánica o natural). Midiendo CO2 no solamente se puede proteger la salud de las personas, también se puede ajustar la ventilación y usarla solamente cuando es necesaria y en la cuantía necesaria.
Los especialistas hablan de Ventilación Controlada por Demanda (DVC) para reducir el consumo asociado a edificios. Todo ello con un doble objetivo, la salud y la eficiencia energética. Ventilar lo necesario para la salud, pero no más y siempre a través de recuperadores (Intercambiadores de calor) entre el aire que expulsamos y el aire de renovación que cogemos.
Medir CO2 es una indicación recogida en diferentes reglamentos, planes de acción de los gobiernos, pero sin embargo ni se mide, ni se verifica, ni se inspecciona, lo que sitúa a España por detrás de muchos otros países que ya tienen protocolos de inspección.
El grupo de profesionales que ha iniciado esta recogida de firmas tiene amplia experiencia en proyectos relacionados con el medio ambiente, la sostenibilidad y las ciudades inteligentes. Uno de sus últimos trabajos,
"Sensorizar" lo llevan a cabo en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza (EINA), allí han monitorizado diferentes espacios y se pueden
ver en tiempo real las medidas en las aulas. Tienen instalados más de 60 sensores enviando señal a la plataforma y analizan los datos obtenidos, la inercia del edificio, modelos empíricos sobre evolución del CO2, o mejoras en las instalaciones de ventilación.
El grupo de trabajo forma parte del Laboratorio
Smart Cities del I3A, recibieron el premio de la Cátedra SAMCA de Desarrollo Tecnológico por la innovación de su proyecto y, además, de diferentes publicaciones están revisando protocolos para inspecciones de ventilación en otros países.