El 48% de los hospitales públicos españoles no ofrecen esta atención especializada y en el 52% restante es insuficiente
La AECC solicita que el sistema garantice la evaluación de niveles de distrés a las personas afectadas por cáncer y el acceso a tratamiento psicológico especializado
Pese a los avances científicos, el cáncer sigue siendo una de las enfermedades más temidas ya que se asocia a sufrimiento y dolor de tal manera que su diagnóstico provoca un impacto psicológico en pacientes y familiares que es diferencial del impacto que provoca otras patologías. Así, por ejemplo, cuando un diagnóstico de cáncer aparece en un núcleo familiar surgen reacciones emocionales habituales tras el diagnóstico, y especialmente durante la fase de tratamiento, como rabia, ira, ansiedad, tristeza... además, en el 30% de los casos, las personas afectadas desarrollarán algún tipo de trastorno psicopatológico que necesitaría tratamiento especializado.
Todo este tipo de necesidades se puede abordar desde tres niveles de atención distintas, pero necesarias, para garantizar la salud integral de la persona afectada. Carmen Yélamos, responsable de psicooncología de la AECC, señala que, en un nivel más básico "nos referimos al apoyo emocional, de soporte, que todos podríamos ofrecer sin necesidad de tener una capacitación especial; en un segundo nivel estaría aquella atención orientada a la detección precoz de necesidades psicológicas básicas con el fin de derivar a profesionales especializados y poder realizar una actuación preventiva; y, por último, estaría el nivel donde este tipo de profesionales evalúan y tratan los trastornos psicológicos de pacientes y familiares".
Con motivo del Día Mundial del Cáncer, que se celebra todos los años el 4 de febrero, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha presentado el estudio del Observatorio del Cáncer de la AECC "Informe sobre la atención psicológica a pacientes de cáncer y familiares en España". Expone las características del impacto psicológico del cáncer en las personas afectadas por la enfermedad -pacientes y familiares-, las diferencias entre apoyo emocional y atención psicológica especializada, el perfil de pacientes y familiares que solicitan este tipo de atención en la AECC, la eficacia de esta y la situación de la atención psicológica especializada en el Sistema Nacional de Salud (SNS) dentro del ámbito hospitalario.
La primera gran conclusión mostrada en el informe es que, en España, el 94% de las Comunidades Autónomas o no ofrece tratamiento psicológico especializado a pacientes y familiares o es insuficiente. En cuanto a los hospitales públicos la proporción es que el 48% de ellos tampoco ofrece atención psicológica y el 52% restante, es insuficiente. Sin embargo, todos los planes autonómicos o estrategias dedicadas a cáncer (al igual que la Estrategia Nacional en Cáncer del SNS) hacen referencia a la necesidad de brindar apoyo psicológico a pacientes de cáncer y sus familiares. Como dato, pese a este reconocimiento, cuatro Comunidades Autónomas (Islas Canarias, Cantabria, Islas Baleares y Murcia) no poseen planes en cáncer y, de aquellas que lo poseen, casi la mitad (el 46 %) no están vigentes.
Se estima que, en el 30% de los casos, las personas afectadas desarrollarán algún tipo de trastorno psicopatológico que necesitaría tratamiento especializado. Se calcula que actualmente en España hay cerca de 236.000 personas afectadas por la enfermedad que necesitarían este tipo de tratamiento especializado.
La Asociación ha atendido al 13% del total de personas afectadas que necesitan tratamiento psicológico especializado. El 87% restante, o no lo han recibido o ha sido de manera insuficiente. La Asociación defiende un modelo de atención integral y multidisciplinar donde el tratamiento psicológico especializado esté integrado en el cuidado habitual como un elemento más de calidad asistencial a las personas afectadas por el cáncer. Sin embargo, y según el Informe Necesidades no Clínicas de los Pacientes con Cáncer y Acompañantes en España: una visión multidisciplinar presentado por la Fundación ECO y la AECC en 2018, esta necesidad no siempre está cubierta ya que solo el 21,3% de los profesionales de la oncología médica y el 31,4% de las enfermeras y enfermeros dicen ofrecer y derivar al servicio de atención psicológica de manera rutinaria.
Ante esta situación, la AECC cree necesario que las personas afectadas por el cáncer tengan cubiertas sus necesidades de atención psicológica y que el Sistema garantice, como mínimo, la evaluación de los niveles de distrés -tanto de pacientes como de familiares- desde el primer momento del diagnóstico y el acceso a tratamiento psicológico especializado cuando lo necesiten.
Por lo tanto, la AECC solicita que en el proceso de atención a las personas con cáncer y sus familiares se incluya necesariamente:
Situación en la Comunidad Autónoma de Aragón
En Aragón se estima que la población objeto de atención psicológica es de 7.217 personas y desde las tres provincias se ha atendido a un total de 1.290 lo que supone casi un 18% dato que se encuentra por encima de la media nacional. Siendo el desglose por provincias: Huesca con un porcentaje de atención del 34,98%, en Teruel del 18,30% y en Zaragoza del 13,63%.
Atención psicológica especializada en la AECC
La AECC lleva 30 años ofreciendo tratamiento psicológico especializado a pacientes y familiares. Con más de 250 profesionales de la psicología, la asociación ha sido capaz de atender al 13% de las personas lo que significa más de 30.000 personas cada año.
Los datos más relevantes de su actividad e incluidos en este informe demuestran que el 40% de las personas que han recibido este tipo de tratamiento están en fase de tratamiento activo; el 27% en fase de enfermedad avanzada y un 12% son supervivientes. En cuanto a las diferencias entre pacientes y familiares son los primeros, en un 62%, los que han solicitado atención psicológica de la AECC mientras que el 38% restante son familiares. Las mujeres, con un 74% solicitan más ayuda que los hombres que solo la han solicitado un 26%.
Además, el nivel de distrés o malestar emocional percibido es superior en el colectivo de familiares que en el de pacientes. El nivel medio de sufrimiento expresado por pacientes es de 6,9 frente al 7,5 manifestado por los familiares, dato que presenta significación estadística. Por último, después del tratamiento recibido se observó una disminución significativa del nivel de distrés o malestar emocional, así como un efecto beneficioso sobre los niveles de sintomatología ansiosa y depresiva.
Fotografía: Juan Antonio Pérez Vela (AECC-Zaragoza)
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