El dolor severo, intenso, aquel que se padece sin encontrar respuesta es el que llega a las Unidades del Dolor, donde trabajan con tratamientos especializados y diferentes posibilidades terapéuticas. Hasta ellas llegan personas con dolores agudos o crónicos de diferente origen, musculo-esquelético y neuropático, principalmente, pero también pacientes con enfermedades oncológicas o aquellas asociadas al envejecimiento.
En Aragón, alrededor de 230.000 aragoneses sufren dolor crónico, un 17% de la población, según datos de la Sociedad Aragonesa del Dolor. Sin embargo, todavía muchos desconocen la labor que llevan a cabo en las Unidades del Dolor. En nuestra Comunidad Autónoma existen en Huesca, Teruel y Zaragoza, en los hospitales Clínico Universitario y Miguel Servet.
Para dar difusión a su trabajo, la Sociedad Aragonesa del Dolor (SAD) ha organizado la XVI Jornada Aragonesa de Actualización en el Tratamiento del Dolor que reunirá a alrededor de 100 profesionales de las tres provincias, los próximos días 17 y 18 de noviembre en Zaragoza. Este año, el encuentro se centrará en el abordaje del dolor de espalda y se hablará de la patología de columna, el dolor discogénico, la estenosis de canal vertebral, la búsqueda de evidencias en el dolor lumbar en tratamientos con fármacos, las aportaciones del fisioterapeuta o la higiene postural.
Asimismo, se dedicará una ponencia a la neuroestimulación como tratamiento más novedoso y que se lleva a cabo con un sistema de estimulación eléctrica medular que se implanta con un procedimiento quirúrgico.
Evitar el sufrimiento innecesario al paciente
El dolor es un problema complejo, no solo desde un punto de vista físico sino por los componentes emocionales que también tiene. Los griegos ya hablaban del dolor como un estado disfuncional, pero hasta mediados del siglo XX no había especialistas en este campo. En Estados Unidos el primero en trabajar en dolores complejos crónicos fue un anestesista y en España se crea la primera unidad especializada en Madrid en los años 70. Ya en los 80 se abre la primera en Aragón, fue en el Hospital Clínico Universitario "Lozano Blesa".
"Hoy hablamos del dolor reconocido como una verdadera enfermedad", explica la doctora María Dolores Rodrigo Royo, presidenta de la Sociedad Aragonesa del Dolor (SAD). El tratamiento especializado "es lo que mejor funciona y lo que menos dinero cuesta, pero todavía el porcentaje de personas tratadas por un especialista es muy bajo, rondará el 2%", destaca. Un abordaje poco adecuado o no especializado "supone mucho dinero, pero también afecta a la calidad de vida de las personas que lo sufren y a su vida personal y laboral".
El trabajo de las Unidades del Dolor es evitar el sufrimiento innecesario al paciente, "sabemos que no todos los dolores tienen solución y eso también hay que explicarlo, pero se puede mejorar la vida de esas personas", aclara la doctora Rodrigo Royo. El dolor neuropático es, hoy por hoy, el más difícil de tratar, el dolor cefálico o el facial, como el que se deriva del nervio trigemino.